Crónica del circo en el castillo

Carmen Abril
Fotografías:
Carmen Abril

Releyendo las crónicas de los anteriores castillos descubro un patrón: siempre empiezan con una queja ahogada, con un amago de lamento. «Bueno, organizar eventos es terrible, pero no os vamos a aburrir con esto, lo que paso fue que…»Esta vez va a ser distinto. Esta vez me voy a quejar. No por deshaogarme, que desde luego también,  ni porque este castillo resultara especialmente frustrante, que desde luego también, sino porque me parece que además de honesto, puede ser útil. Puesto que este es un ejercicio de practicidad (y para no ser pesada), voy a ser muy esquemática y muy literal, dando nombres concretos y reviews sinceras.

foto de María Morato

La parte divertida de organizar eventos

-Elegir la temática

-Elegir quién viene a cantar/pinchar

-Elegir quién viene a grabar/hacer contenido

La parte aburrida de organizar eventos

-Conseguir un lugar y los permisos pertinentes 

Si se trata de un emplazamiento público tienes que lidiar con ayuntamientos y con todo lo que ello implica: estás en manos de a alguien aquién a lo mejor le apetece facilitarte las cosas o a lo mejor le apetece que no hagas la actividad y punto. Si es el segundo caso, aunque todo esté en orden y cumplas los requisitos, puedes darte por jodidx (que se lo digan al Covaleda fest, o a los chicos de Aftersun este verano en Valladolid). Si se trata de un emplazamiento privado la cosa puede parecer más sencilla, pero aún tienes que a) ganarte la confianza de un propietario receloso b) intetar que no te time o te time lo menos posible. Oviamente el propietario intentará que la jugada sea lo más rentable posible para él  y a menudo recibirá el mismo beneficio que tú sin haberse movido de la silla.

-Conseguir los permisos pertinentes 

Incluso aunque se trate de un emplazamiento privado necesitas, muchas veces, un permiso municipal. Los requerimientos para que te den este permiso están diseñados para que pierdas las ganas de realizar el evento y lo dejes estar y te pongas a estudiar oposiciones. No sólo necesitas hacer una memoria detallada de la actividad y una declaración responsable. Necesitas un plan de evacuación aprobado por un estudio de arquitectura, un seguro de responsabilidad civil en regla, y por su puesto, la firma del secretario municipal, que nos lleva al primer punto. Si le apetece, firmará.

-Gestionar autobuses 

La parte más cara de la fiesta, que se sepa. Todos los años, con mucha antelación, intentamos dar esquinazo a Regional y contratar una línea más barata, pero las empresas más pequeñas están siempre reservadas para bodas en esas fechas y toca ir con el rabo entre las piernas a Regional de nuevo. Además de Regional contratamos la línea Zamora-Salamanca para el autobús que va desde allí

-Gestionar tiketera y entradas

Este año Dios nos vino a ver (en forma de los chicos de Recreo) y nos recomendaron una tiketera alternativa a la plataforma de entradas Wegow, que es la que habíamos usado siempre y que, para quien no lo sepa, este año ha quebrado dejando a deber todas las entradas de eventos y conciertos venideros a artistas y organizadores. Cover Manager está llevada por un grupo de chavales de nuestra edad, súper cercanos y eficientes y con un par de videollamadas previas todo fue como la seda. Otra gestión aburrida pero fundamental. Pienso mucho, además de en los artistas, en todos grupos los chavales organizando cosas que estaban con Wegow este año (Universo 0125, por ejemplo).  Un empresote quiebra y el pato lo pagas tú. Casi todos los grupos están manteniendo sus eventos y conciertos aunque sea muy posible que no vayan a cobrar, y esto habla mucho también del panorama.

-Gestionar barras

Este era el primer año que nos encargábamos nosotras de primera mano, con los chicos de Astromona, y esto nos tenía muy satisfechas porque al final es de dónde sale el dinero (el importe de las entradas sirve para pagar los gastos de la fiesta y poco más), pero resultó ser nuestra maldición porque, como bien sabéis los que estuvisteis, los tres grifos de cerveza petaron, lo que hizo que el vino se acabara a las 3 de la tarde y que todo fuera un infierno encadenado (saraut para lxs camarerxs, que lo sudaron todo porque el aire acondicionado decidió petar también. La verdad es que el tiempo en Tierra de campos siempre se las apaña para ponerte las cosas difíciles. Cuando es viento, vientazo, cuando es calor, calorazo, cuando le da por llover, granizo horizontal). 

foto de María Morato

-Gestionar comida

Contamos con el foodtrack del Brook (¡qué rico, eh!),. Se apañaron muy bien por su cuenta, pero fue tremenda gestión conseguirles electricidad y un espacio plano ya que el castillo es muy limitado en estos dos aspectos. 

-Gestionar sonido

Contamos con ST2 Audiovisual, la empresa de sonido que tienen los dueños de Tamayo, la famosa tienda de instrumentos de Valladolid. Contentas también con ellos pero no tanto con la gestión de los tiempos. El montaje se alarga siempre más de la cuenta y la prueba de sonido de Memocracia tuvo que tener lugar cuando la fiesta ya había empezado. La pesadilla de cualquier organizador: los invitados ya están redys, pero la fiesta no. Un trauma. Además de esta pequeña demora, estaba el hecho de que la electricidad del castillo da para lo que da, y cada cierto tiempo petaba. Hemos aprendido la lección: generador siempre.

-Gestionar decoración

Ay amigas. Podría parecer que este punto va en la primera parte, porque a ratos es divertido, pero termina por ser siempre una trabajera tremenda y un dolor. Contamos con Umbra concept, y vosotrxs mismxs visteis el resultado: era para estar contentxs. Lo estamos y mucho. Pero llegar ahí valió dos jornadas de 12 horas de trabajo de muchas personas y desesperación y varias tardes previas de diseño y elaboración. Meta bonita, pero arduo camino.

-Gestionar seguridad

Contamos con Securia, como el año pasado, y de nuevo contentas porque parte de los trabajadores eran gente simpática y versatilísima (sin entrar en detalles, pero mover coches a pulso e ir de misión urgente a comprar vino por los pueblos no son sus competencias, aunque fueran nuestras necesidades, y estuvieron a la altura), pero otra parte era -muchxs os dariais cuenta también-  bastante desagradable. Nos esforzamso mucho en generar un ambiente seguro, amable, blando y divertido, pero aquí se generó un fleco y nos da mucha impotencia. Supongo que es un sector en el que es fácil coincidir con gente conflictiva, pero siempre es desagradable. De todos modos desde Securia asumieron y nos aseguraron tenerlo en cuenta la próxima vez.

foto de Carmen Abril

Lo mejor de organizar eventos

Podría seguir, porque está por ejemplo el tema del ropero, de la limpieza, de cuadrar horarios de artistas, que siempre genera tensiones, y de asegurarse de que estén bien durante el evento, o de recaudar y pagar facturas los días siguientes, que también es aburrido (y doloroso, jeje), pero ya voy a parar. Creo que he explicado mi punto y además dado referencias concretas y contactos por si alguien quiere animarse a organizar un evento después de todo. Y deberiais querer. Porque este mi segudo punto: A PESAR DE TODO y de que incluso muchas veces no seas capaz de paladear esto durante el propio evento porque estás apagando fuegos sin parar…la gente lo vale. La diversión perfecta y sagrada de la gente lo vale. He gozado lo indecible montando mi (desastroso) aftermovie, que, tranquilxs, sólo precede a los dos aftermovie oficiales, que son buenísimos. Ver a tanta gente junta CONTENTÍSIMA disfrutando tantas horas(lo que da margen para que haya momentos de calma, momentos de euforia, paseos, misiones secundarias, aventuras por el pueblo…), en un sitio tan bonito, con una música tan divertida…con esos disfraces. Sí merece la pena, aunque la pena (más bien la ansiedad viva) fuera mucha. Sí vamos a seguir haciéndolo. Sólo que esta vez, de verdad, necesitaba llorar. Espero que mis lágrimas rieguen vuestras ganas de seguir organizando cosas, porque tenemos todxs que seguir organizando cosas. El ocio joven de calidad está ahí, pensado por jóvenes proyectando el evento al que les gustaría ir. A mí me habría gustado mucho ir al circo en el castillo como usuaria. Creo que me lo habría pasado fenomenal. Qué circo. En fin, keep going. A organizar cosas en Castilla, aunque duela. La juventud castellana lo merece, y lo agradece.

foto de María Morato

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