La escopeta Blaser F16 Sporting es una de los modelos innovadores que ha lanzado el fabricante alemán de armas de caza en 2016. La F16 Sporting como su hermana, la F16 Caza, es una escopeta elegante que se presenta con una báscula lisa, una delantera inglesa, una cantonera de goma Blaser Confort Recoil, una madera grado dos y con recámaras para el potente cartucho 12-76. Esta versión pesa 3,6 kilogramos y se puede pedir con cañones de 76 o de 81 centímetros.
La principal diferencia con la versión caza es que viene preparada para que se le pueda instalar en los cañones el sistema Balancer, así como también en la culata. El cañón, de distinto tamaño que la F16 Caza, se puede pedir con punto de mira de fibra de color rojo, El gatillo, como en la versión de caza, está regulado a 1.650 gramos, pero además es regulable en longitud. Presenta las siguientes características:
INTUITIVA Y MANIOBRABLE
Lo primero que destaca es que es una escopeta muy intuitiva y maniobrable, la nueva F16 posee la báscula más baja del mercado, por lo que su centro de gravedad también lo es y, como consecuencia, la escopeta está muy bien equilibrada y se puede encarar muy rápidamente. Además, debido al diseño redondeado de la báscula (semi-Round Body), al tirador no le estorba nada, siendo la delantera la pieza que dirige el encare. El tirador al encarar solo nota el ergonómico diseño de la madera.
DISPARADOR PRECISO
La escopeta cuenta con un disparador muy preciso regulado a 1.650 gramos y con una banda de diseño cónico que hacen más fácil adquirir y acertar el blanco. Con un diseño duradero, la escopeta Blaser F16 está concebida con un diseño duradero debido a su robusta acción monoblock y a que utiliza materiales de alta resistencia.
Gracias al sistema de inercia desarrollado por Blaser (IBS), mejora la seguridad y la comodidad del tirador porque asegura que el disparo siempre salga al oprimir de nuevo el gatillo, incluso si el pistón del cartucho ha dado falta.
Por otro lado, el probado sistema de eyección (EBS) activa los expulsores tras el disparo, evitando que queden en tensión después de expulsar los cartuchos, lo que redunda en una mayor vida útil de los expulsores y garantiza una fuerza de expulsión constante. Y lo más importante, el tirador no tiene que hacer fuerzas para montar los expulsores al cerrar el arma, por lo que no se fatiga y puede concentrarse mejor en la carga y en los siguientes disparos.